El Paris Saint-Germain no podrá justificar el cumplimiento del Fair Play Financiero si no es con una ayuda considerable de la UEFA. La multimillonaria renovación de Kylian Mbappé, con un nuevo contrato que le une a la entidad gala hasta 2025 a cambio de una prima de 180 millones y un salario neto anual de 50 kilos, ata de pies y manos a una entidad bajo sospecha y de la que sólo la vista gorda del organismo regulador y los patrocinios inflados desde Qatar pueden explicar su viabilidad financiera en la élite del fútbol. Todo el mundo sabe que la relación entre el presidente del PSG Nasser Al-Khelaifi y el de la UEFA Aleksander Ceferin vive un momento dulce.
Toni Roca, abogado especializado en derecho deportivo y CEO de Himnus Football Lawyers y Sports Law Institute atendió a OKDIARIO para evaluar las opciones del PSG de cumplir con el Fair Play Financiero mediante ajustes en el límite de la norma para los que la entidad comandada por Nasser Al-Khelaifi necesitará del apoyo de la UEFA.
«En el Fair Play Financiero los ingresos se computan los que tienen que ver con actividad futbolística, los derechos de televisión, compras y ventas por traspasos, el ticketing o los patrocinios. Durante un periodo de tres años tus gastos no pueden superar sus ingresos y sólo se permite una desviación de 5 millones que se puede ampliar a 30 si hay ampliación de capital por parte de los propietarios del club», recuerda, sobre las normas UEFA del Fair Play. «En el caso del PSG si hablamos de los ingresos por derechos de televisión es algo que no puede crecer, de hecho bajaron en Francia por la pandemia. El ticketing tampoco subirá exponencialmente», afirma el experto.
La trampa para mantener la viabilidad y renovar a Mbappé, entonces, estaría en los contratos de patrocinio. «Al estar Qatar detrás pueden recibir patrocinios de ahí que no se valoran a precio de mercado». Sin embargo, hay una norma UEFA que dice que los patrocinios vinculados se deben realizar a precio de mercado. «No tiene sentido que un sponsor del PSG pague 100 millones si el patrocinador del Madrid o el Barcelona paga 30 por lo mismo. UEFA te diría que está fuera de mercado y harían su propia valoración», resalta Roca.
El cumplimiento del Fair Play Financiero del PSG, a ojos del abogado especializado, «parece imposible porque la masa salarial supera y por mucho los ingresos que reciben». «O se desprenden de un montón de jugadores o UEFA no hace uso de sus normas», añade. En este escenario surge la denuncia de la Liga que para Toni Roca «tiene todo el sentido».
«La denuncia no parece que vaya a ir hacia delante, tiene todo el sentido pero otra cosa es que UEFA haga caso. Sí deberían explicar las cifras con el Comité de Control del Fair Play Financiero», finaliza el CEO del Sports Law Institute, en su análisis sobre lo que puede pasar con el PSG una vez incumple, como parece, la norma estrella de la UEFA para firmar de nuevo a Mbappé.
El sobreprecio de Mbappé
La renovación de Mbappé es uno de los movimientos extremos de un club de por sí protagonista en cuanto a gastos sobresalientes se refiere. Sin embargo y al contrario de lo que sucediera con fichajes o renovaciones como las de Lionel Messi, Neymar o Sergio Ramos, Kylian, nacido en Francia, no podrá acogerse al régimen de impatriados que otorga ventajas fiscales a los extranjeros que llegan y/o residen en el país galo.
«Mbappé es ciudadano francés y tributa más de lo que tributaría en España, aquí sería en torno a un 45% y en Francia más de un 50%. No puede entrar como impatriado», explica Toni Roca. «Lo que le va a costar Mbappé al PG hay que multiplicarlo por dos. Y ya tiene a Neymar, Ramos, Messi… en plantilla así que el gasto es impresionante», recalca.